Llegamos a Uruguay en ferry, tras un buen madrugón. La verdad es que nos acostamos tarde y el dormitorio del hostal era terrible. Había gente entrando y saliendo a cada hora por lo que dormimos muy poco así que lo que duró el ferry lo pasamos en nuestros más profundos sueños. El puerto de llegada era en Colonia que queda a dos horas en bus de la capital, Montevideo. Dejamos las mochilas en la estación de transportes y paseamos por Colonia unas horitas antes de coger el bus hasta la capital.
Colonia es un pueblo muy pintoresco, fue fundado por los portugueses y se puede apreciar la arquitectura colonial, la similitud de las plazas y las iglesias con el ¨viejo continente¨. Desayunamos en una terracita el ya habitual desayuno clásico (cafe y dos mediaslunas) con un carlitos (sandwich mixto a la plancha). Estábamos reventados pero el desyauno nos devolvió las fuerzas y la energía.
Compramos unos bocatas, recogimos las mochilas, nos subimos al bus y volvimos a dormir todo el trayecto hasta el hostal. Elegimos uno de los buenos, nos duchamos y Ze se puso a investigar todo lo que podíamos ver esos días en Uruguay mientras yo hice una maratón de trabajo que tenía pendiente. Mientras nosotros estábamos haciendo nuestras labores, se jugaba la primera vuelta del Boca- River por lo que aun estando en Uruguay se sentía el silencio, la tensión y la espectación en el ambiente.
Nuestra intención en Uruguay era aprovechar el sol, la playa y el relax antes de dar por finalizada esta aventura y volver a casa. Dado que es Noviembre nos espera el inicio del invierno de vuelta en Europa y además llevamos meses recorriendo los Andes de norte a sur por lo que los abrigos y los calcetines gordos han formado parte de nuestro día a día durante meses. La teoría era buena, pero en la práctica llegó una tormenta. Por lo que nos llovío 3 de los 4 días que estuvimos en Uruguay. Aún así y siguiendo con la premisa que nos ha acompañado en prácticamente toda esta aventura seguimos adelante. La premisa es que: El tiempo no decide lo que hacemos, si llueve nos ponemos el chubasquero y seguimos. Alquilamos un coche en Montevideo y fuimos rumbo a Punta del Este. Estuvimos unos días paseando, disfrutando de la costa y del paisaje. Nos peleamos con los mosquitos la primera noche pero conseguimos identificar por donde entraban y lo sellamos. Asi que las siguientes noches no compartimos cuarto con ningún insecto indeseado.
En Punta del Este como dato que sobresale, fuimos al cine tras fácilmente años sin pisar una sala. Vimos la película Bohemian Rhapsody sobre la vida de Freddie Mercury y salímos con las canciones reproduciendose en bucle en nuestras cabezas.
El día que recorrimos kilómetro para llegar hasta el faro del este hizo sol durante toda la mañana y mientras andábamos por la costa nos cogió de lleno un mar de nubes. De pronto en cuestión de minutos las nubes nos rodearon y se veía perfectamente como el viento las empujaba con fuerza.
Esa misma tarde hicimos las mochilas por última vez. Probablemente es la acción que más hemos repetido en estos 14 meses viajando: hacer y deshacer la mochila. Pero esta vez era diferente ya que todo lo que no íbamos a utilizar más y todo lo que estaba medio roto acabaron en dos bolsas. La bolsa que dejábamos para quien quisiera coger algo y la bolsa de la basura.
Nos fuimos pasando cosas el uno del otro para que en cada mochila se quedase lo de cada uno. Teníamos un vuelo a madrid y después cada uno seguía para su casa. Ze hacia Lisboa y yo hacia Las Palmas. Nuestras mochilas entran como equipaje de mano, no hemos tenido que facturarlas nunca, a no ser que estuviese incluido en el precio del billete. Esto nos ha facilitado la vida muchísimo ya que a parte de pagar menos, vamos más rápido. No tenemos que esperar por las mochilas y todas nuestras pertenencias van siempre con nosotros.
Al acabar de hacer la mochila me dió el bajón, de pronto me dí cuenta que se había acabado. Teníamos todavia unas 16 horas de viaje por delante, pero el viaje en sí se había terminado. Tantas horas que invertimos en organizarlo, tantos días que en casa soñábamos con esta aventura y de pronto llegó el día en que culminaba, ya lo habíamos hecho.
HA SIDO MUCHO MÁS ALUCINANTE DE LO QUE NUNCA IMAGINAMOS.
Me puse a llorar desconsoladamente y acabamos riéndonos juntos de lo bien que lo habíamos pasado. He intentado alguna que otra vez poner en palabras la complicidad que este viaje nos ha dado, pero sinceramente creo que es algo que no se puede explicar. Siempre hemos sido personas muy independientes, no creemos en aquello de la media naranja y tenemos muy claro que nos queremos mucho. Pero esto va mucho más allá. En cierto sentido es como si ya fueramos viejitos de 80 y tal años y hubiésemos compartido la vida entera.
Al despertar comenzaba el último día. Recorrimos los 160km hasta el aeropuerto y devolvimos el coche de alquiler. En la gasolinera nos timaron al llenar el depósito, cosas de ser el último día y andar completamente desconcentrados. Ya estábamos relajados.
En el avión vimos películas, comímos y aprovechamos todo lo que pudimos de la compañía el uno del otro. Cada uno se moría por estar con su familia y pasar mucho tiempo con ellos. Además el piso en Lisboa, que es dónde vivimos, sigue alquilado y puesto que en nada es Navidad cada uno se volvió a casa de sus padres.
No fuimos conscientes de lo que nos afectaría hasta que llegamos a la T4 en Madrid y cada uno tenía que ir a su puerta de embarque.
Las lágrimas no paraban de salir mientras andábamos en direcciones opuestas, nos parábamos a saludar al otro desde lejos y ya cuando la vista no daba para vernos nos escribíamos por whatsapp. ¨Ha sido tan increíble, que suerte tenernos! Te voy a echar muchísmo de menos¨. Nos veremos todas las veces que queramos, es decir Lisboa y Las Palmas están muy cerquita pero los dos sabemos lo que ha sido compartir las 24 horas de cada día durante tanto tiempo y sabemos que eso no se volverá a dar tan fácilmente.
Los dos sentados en su avión, mirando las páginas llenas del pasaporte. Todo lo que nos viene a la mente con cada sello es como una sobredosis de información. Tenemos el pasaporte gastado, nos quedan unas cuantas páginas en blanco y tenemos hasta 2021 para completarlas. Sin duda alguna las mejores historias están todas en estos dos pequeños libritos que nos han acompañado todos los días y que velábamos por su seguridad las 24 horas de todos los días. No hay libro que te abra tantas puertas como este.
Volver a Casa
Cada uno llegó a su casa y a pesar de ser lugares completamente diferentes hubo dos factores en común: nuestros padres estaban contentísimos y nosotros eramos auténticos zombies.
Yo por mi parte no dije en casa que volvía asi que la sorpresa que se llevó mi madre cuando abrió la puerta fue un show. Se quedó unos segundos paralizada, su cara mostraba que no entendía nada de lo que estaba pasando hasta que su propio grito la sacó del trance. No tengo fotos de nada ya que el móvil sale lo justo y necesario.
Ze avisó en su casa de que llegaba asi que lo fueron a recoger al aeropuerto y se fueron a desayunar.
Los siguientes días no hicimos gran cosa, simplemente estar en casa. Necesitábamos de simplemente estar, por lo que no avisamos a los amigos ni publicamos nada en las redes sociales. Disfrutamos de simplemente estar en casa, de estar presente después de tanto tiempo fuera.
Llegar a casa ha supuesto de pronto experimentar cosas que hacía mucho tiempo que no teníamos: una nevera llena de comida a disposición y un baño totalmente equipado dónde puedes estar todo el tiempo que quieras. GLORIA así en mayúsculas.
Llenamos la lavadora con todo lo que había en la mochila, descansamos y nos fuimos habituando poco a poco al nuevo huso horario. Desde casa parece que de pronto el viaje queda muy lejos, es cómo si no hubiese pasado, da la sensación que nunca nos fuimos.
De pronto la percepción del tiempo dió un vuelco y cada vez que nos preguntan por el viaje nos quedamos como en blanco, no sabemos qué contar porque hay tanto que decir pero está todo tan desordenado y es tanta información que es imposible dar una respuesta coherente.
Resulta que además llegamos en la semana del black friday, asi que si nos sentíamos un poco desubicados en general, esto lo agravó. Nos ha sorprendido el ritmo acelerado que lleva todo el mundo, el afán por comprar y el poco interés que nosotros mostramos por todo eso. De pronto organizando nuestras cosas, la cantidad de ropa que tenemos en el armario nos parece de una persona loca. De pronto nuestro ritmo a demanda tanto de comida como de dormir parece extraño en esta realidad.
Hemos hablado mucho por teléfono, comentando lo que nos va pasando y compartiendo un poco de nuestro día a día. Al fin y al cabo nos hacemos mucha falta, se nos hace extraño no tener al otro al lado y todavía más extraño no hacer lo mismo. No conseguimos ver la tele, hace mucho que no la vemos y nos cuesta a horrores a no ser que sea una película determinada. Pasar tiempo al aire libre fue parte de nuestro día a día y nos damos cuenta ahora de lo bueno que nos aportaba. La cantidad de tiempo que naturalmente pasamos dentro de casa o dentro del coche en esta nueva realidad es increíble asi que parecemos locos sentados en el jardín con el café, cogiendo aire puro y simplemente observando.
Vamos con un ritmo muy relajado. Nuestra rutina se basa en hacer lo que nos va apeteciendo y en ir organizando nuestra vida según queremos. Durante el viaje hablamos muchas veces de lo que queríamos y se avecina una etapa nueva, llena de nuevas aventuras y de nuevas metas por cumplir. Somos conscientes de que nos va a dar en algún momento el bajón de adaptación. Así como nos dió cuando comenzamos a viajar hasta que nos acosumbramos a la vida del viaje pues nos dará ahora para acostumbrarnos a nuestra nueva etapa.
Va a ser más dificil que el viaje, porque vamos a vivir de forma diferente en un ambiente en el que todo el mundo parece vibrar al unísono. Ya hemos comentado muchas veces la influencia que el ambiente tiene en todo lo que hacemos asi que estamos expectantes e intentando mantener las buenas constumbres que cogímos en el viaje (vivir relajados, no perder el tiempo con cosas que no son importantes y no complicarnos la vida con todo lo que nos intentan convencer que nos hace falta). Ahora mismo lo tenemos todo muy fresquito asi que estamos muy atentos para no caer en las trampas.
Lo que estámos construyendo
Este blog comenzó con el viaje, pero antes del viaje hubo mucho trabajo y mucho esfuerzo. Por lo que nos gustaría compartir con ustedes todo el trabajo que tendremos que realizar para hacer realidad esta nueva etapa en la que entramos. Llamemoslo ¨Creando un Sueño¨. Vamos a continuar con el blog contándoles cómo vamos haciendo para construir una vida tan flexible que nos permita viajar todos los años unos meses, vivir a nuestra manera, compartiendo todo lo que podamos con los nuestros y seguir viviendo de aventuras. No es la vida tradicional, no vamos a volver a un trabajo convencional vamos a seguir con los negocios online, controlando nuestro tiempo y viviendo día a día como más nos gusta.
No vamos a viajar a tiempo completo como hicimos este último año, pero vamos a crear una vida súper flexible para que cuando nos entre el gusanillo nos podamos ir. Por lo pronto les adelantamos que tenemos en mente viajar sobre ruedas y que nuestra casa sea dónde queramos aparcarla….Nuestra perrita Matildinha formará parte del equipo así que se vienen aventuras emocionantes para todos. Si saben de alguna van buena, bonita y barata están tardando en enviarnos un mensaje.
La categoría de ¨Creando un Sueño¨ recogerá todo lo que vamos haciendo, las decisiones que vamos tomando y cómo vamos construyendo poco a poco la vida de nuestros sueños. Seguiremos trabajando en negocios online y les iremos contando qué tal van. Siempre y cuando Matildinha nos deje.
Estamos muy ilusionados con lo que se avecina, nuestra intención es reflejar nuestro camino por si le sirve a alguien de inspiración o de motivación para empezar a luchar por sus sueños. Nuestra intención con este blog es tener un diario al que volver cuando seamos viejitos.
En el próximo post te cuento todo lo que hemos aprendido tras 14 meses viajando. Todo aquello que queremos mantener bien vivo dentro de nosotros ahora que volvemos a ¨CASA¨.
Puedes seguirnos en Instagram para enterárte de todo lo que va pasando: