Te aviso, este post es largo pero te aseguro que si llegas al final habrá valido la pena.
“ No tengo que ponerme….” es la frase típica de quien tiene un armario bien abundante. Los que de verdad no tienen nada que ponerse nunca dijeron esa frase, buscaron la forma de encontrar algo que ponerse y seguir adelante.
Mientras más tenemos, más recurrente será la frase de no tengo nada que ponerme. Lo inverosímil de asunto es que la solución real pasa por tener menos porque la decisión será más fácil. Sin embargo lo que nos venden es a pasar más tiempo ideando los conjuntos diferentes, combinando las piezas de tal forma u otra….obviando que el problema real reside en tener muchas cosas.
Cuando tienes mucho dónde elegir te costará más la decisión y hacer “uniformes” probablemente te ahorre tiempo durante unas semanas pero acabarás cansándote de ellos y comprarás más ropa por lo que ¡sorpresa! El problema resurgió de las cenizas y empieza el ciclo de nuevo!
La verdad es que no te quiero hablar sobre ropa, pero me pareció el ejemplo perfecto para que estemos alineados con la lógica detrás de lo que viene a continuación!
Resulta que el día a día es igual que cuando te levantas y abres el armario. Vas a tener que tomar decisiones. Muchas decisiones. Y tendemos a creer como con la ropa que más es mejor cuando no sólo no es verdad sino que muchas veces esa creencia nos está dificultando la labor.
Necesitamos más ropa, una casa más grande, un trabajo con más reconocimiento social, un coche más moderno, unas vacaciones más espectaculares…..estamos casi que programados con la idea de que más es mejor. Y la realidad es que mientras más tienes, más necesitas (más dinero para mantenerlo, más tiempo para cuidarlo, más energía para “disfrutarlo”).
Una casa más grande, necesita más muebles. Un trabajo con más reconocimiento, necesita más tiempo. Unas vacaciones más espectaculares necesitas más dinero…. y para cuando te vienes a dar cuenta tu solito te has montado tu perfecto caos que no sólo no te satisface a la larga sino que te obliga a que lo cuides, lo mantengas y lo hagas crecer….porque es el ciclo sin fin.
Sin embargo cuando eres consciente de que has estado tomando decisiones bajo ese filtro y empiezas a cambiarlo por el filtro de mejor es mejor la cosa cambia!
Tu determinas lo que es mejor para ti. Y después aprendes a estar cómodo con lo que es mejor. Sin Comparaciones y sin dejarte influenciar por el medio.
La frase aquella de dime con quien andas y te diré como eres tiene un punto de verdad.
Cosas materiales;
Imagina que te mudas a un barrio y todos los vecinos tienen un 4*4 aparcado en la puerta. Tu tienes tu utilitario pequeño, que gasta poca gasolina y que es más que suficiente para lo que haces, pero después de un tiempo empiezas a querer un 4*4. Porque no paras de verlos, porque tus vecinos todos lo tienen y de repente por mimetizarte con el ambiente tu también empiezas a mover ficha para hacerte con un 4*4. Cuando realmente no te hacía falta ni lo hubieses querido de no ser porque el ambiente te influenció.
Profesionalmente;
En la empresa en la que trabajas el camino hacia el éxito es ir subiendo la escalera de mando. No sólo cada vez que alguien sube mejoran sus condiciones salariales sino que es un chute de ego. ¡Vaya reconocimiento! Por lo que todos están deseando ser ascendidos obviando posiblemente que ese nuevo rol implique una serie de trabajo diferente; tendrás que organizar equipos, dar tareas, evaluar a los miembros de tu equipo, y dirigir todo el cotarro. Hay gente a la que le encanta esto per hay muchos otros a los que no. Es más no sólo no les gusta sino que se les da fatal, y al final ese camino de rosas al que todos aspiran realmente no es el ideal para todos. Pero el ambiente te influye porque te hace creer que es la vía para ser exitoso y te vas a sentir la mar de feliz diciendo que eres el director de este u otro departamento.
Todos somos diferentes, por eso aquello de para gustos colores! A lo que voy es que determinar lo que es mejor para ti requiere de tiempo.
Requiere que pases tiempo pensando que es lo que a ti te gusta y a que es a lo que tú aspiras!
A mi lo que me apasiona es ser dueña de mi tiempo, elegir los proyectos en los que trabajo y determinar cuánto me van a pagar por ello. No me hace falta un armario enorme, vivo bien en un apartamento pequeño, un coche que me lleve de punto A al B me sirve y quitando la comida que compro tengo muy pocos gastos. Así que todas las decisiones que tomo me planteo si me garantizan seguir controlando mi tiempo, si puedo generar el dinero que me van a costar y si me compensa para mis relaciones.
Mejor es mejor.
Una vez que definas que es lo mejor para ti podrás empezar a tomar decisiones acertadas en esa dirección sin dejarte llevar por tu reacción automática de más es mejor.
Lo sé es difícil, sobretodo porque no nos damos cuenta de lo mucho que nos influye el ambiente. Sin hablar de las redes sociales que son una herramienta especialista en hacerte creer que necesitas cosas que realmente no solamente no necesitas sino que no te van a aportar nada de nada. Pero si tienes claros tus porqués te resultará más fácil.
Recuerdo que el día que decidí dimitir estaba asustada. Era un contrato indefinido, el sueño de muchos! Además viajaba todos los años y el equipo era divertido. Viniendo de la situación económica en la que estaba Portugal en ese momento era considerado un trabajazo y una gran suerte por ser tener un trabajo así. Pero yo quería otra cosa, quería viajar y quería trabajar para mi sin horarios ni condiciones. Estuve una semana entera queriendo hacerlo pero no encontraba el momento y si llegaba me acojonaba. Así que decidí que me tenía que obligar. Conté hasta tres mentalmente y le dije a mi jefa: “ cuando tengas un momento me gustaría hablar contigo”
Ya estaba hecho, me puse a mi misma entre la espada y la pared. ¡Ya no había vuelta atrás! Cuando tuvo un hueco hablamos y una vez pronunciadas las palabras “me voy a ir….lo dejo…” sentí como me quitaba un peso de encima enorme!
Había elegido lo mejor para mi. Me había tirado de lleno en la piscina y por aquel entonces no sabía si estaba llena o vacía.
Ahora que ya llevamos más de un año dando la vuelta al mundo te digo: ¡ESTABA LLENA!
En el próximo post te cuento como es ser nómada digital o dicho en otras palabras trabajar mientras viajas. También te voy a contar las características que tiene mi negocio para ser tan flexible que me permite dar la vuelta al mundo mientras respeta mi vida personal usando el principio de mejor es mejor.
Antes de acabar este post quiero contrate otra cosa. Tenemos un cupo de decisiones diarias, una vez alcanzadas estarás cansado y perezoso y ya no querrás decidir más. Por ello sé inteligente con la elección de dónde vas a gastar ese saldo.
Porque harás crecer y le darás importancia a aquello a lo que le dediques tiempo y poder de decisión. Y aquí es dónde tienes que decidir tu que quieres! Si quieres que un 25% de la capacidad de decisión que tienes al día lo consumas en la hora que tienes para vestirte o si vas a invertir tu atención en otros aspectos de tu vida.