El tiempo en Cuzco estaba más frío de lo normal por lo que la montaña de 7 colores quedaría fuera de nuestros planes. No sólo es una excursión de un día muy dura, muchas horas de bus para disfrutar de la montaña en sí una media hora o una hora sino que la altitud es considerable y el hecho de que el tiempo estuviese más frío de lo normal significaba que parte de la montaña estaba cubierta por nieve y que el camino hasta allí iba a ser difícil.
Estuvimos barajando las opciones que teníamos para salir de Cuzco y finalmente por precio y más que nada por que era lo único que quedaba disponible optamos por subirnos de nuevo en un bus Cruz del Sur para recorrer las 5 horas que separan Cuzco de Puno.
Puno
Al llegar a Puno ya era por la tarde así que aprovechamos para comer ya que desde el desayuno no comíamos casi nada y también fuimos directos a ver con las agencias las opciones que teníamos para ir a visitar las islas del lago Titicaca.
Es el lago navegable a más altitud del mundo y la verdad es que navegas y parece que estás en mar abierto!
Decidimos que queríamos quedarnos con una familia local en las islas y poder conocer de cerca su cultura y sus costumbres. Nos pasaron a recoger tempranito por el hostal y nos subimos en la embarcación!
La primera parada fue en las islas flotantes de Uros construidas a partir de cañas de las plantas que crecen en el lago. Cada isla tiene una vida de unos 24 años y después tienen que construirse una nueva. Usan esa caña para todo: construir la isla, construir sus casas, para hacer fuego, para construir sus embarcaciones y hasta se la comen porque contiene una considerable cantidad de iodo.





La verdad es que nos resultó un tanto preparado todo y más adelante una vez en las islas nos confirmaron que gran parte de los que están en las flotantes no viven ahí sino que forma parte de su actividad comercial turística. A pesar de la poca autenticidad la información que nos dieron y lo que nos enseñaron sobre la construcción de las islas si que es información veraz de cómo solían vivir las comunidades de estas islas.
Amantaní y Taquile





Nos subimos otra vez en el barco y tras unas 2 horas navegando muy despacio por el lago llegamos a Amantani donde nos esperaban un grupo de señoras y señores vestidos con sus trajes tradicionales. Una vez más llegamos a las islas y eran las fiestas del pueblo. No sabemos cuando son las fiestas de ningún lugar pero siempre llegamos en esos días así que estamos empezando a creer que sin quererlo nos estamos haciendo el tour de fiestas.
Nuestra familia eran Luz Mila y Daniel. Tienen 3 hijos: dos adolescentes y una niña de 8 años. Su casa daba directamente al mar y estaba en la parte baja del pueblo. La comida de luz Mila era deliciosa y nuestra habitación súper cómoda. Tanto que dormimos todos unas 10 horas del tirón!
Visitamos la plaza del pueblos donde estaban todas la comunidades celebrando el último día de fiestas que consiste en una competición de espectáculos de música y baile.

Andamos hasta los dos puntos más altos de la isla el Pacha tata y la Pacha mama. Los Aymara que son la tribu de Amantani son una comunidad muy espiritual que veneran al dios de la tierra en su dualidad ( pachatata el hombre y pachamama la mujer).
La trinidad inca dicta que todos llevamos dentro un cóndor, un puma y una serpiente. Que representan los valores y características de la mente, el corazón y la espina dorsal correspondientemente.
Vimos el atardecer desde la cima y confirmamos que una vez que el sol se va, las temperaturas caen en picado. Una buena cena caliente en casa y a la cama.
Al día siguiente visitamos la isla vecina de Taquile, donde el plan era muy parecido. Fuimos hasta la plaza y subimos al templo en la cima de la isla. Comimos mirando al mar y nos volvimos a subir al barco para llegar a Puno.

Bolivia- Copacabana
Siguiente parada: Bolivia! Desde Puno otro bus nos llevo hasta la frontera donde nos bajamos y recorrimos a pie el cruce. Una vez tramitado tanto la salida de peru como la
Entrada en Bolivia nos volvimos a subir al bus y tras 20min estábamos en Copacabana!
Nos quedamos en el mejor hostal hasta la fecha, unas conchas gigantes con unos ventanales espectaculares con vistas al mar. Lo mejor de todo que teníamos una zona común amplia con cocina y salón! Unas llamas andaban a sus anchas por el jardín y hubo un momento que no nos dejaban pasar!
En Copacabana subimos una vez más al punto más alto par a ver el atardecer y comimos de maravilla en un restaurante familiar! No nos apetecía irnos pero decidimos que tras la. Osita express a la isla del sol emprenderíamos de nuevo para llegar hasta La Paz.






La Isla del Sol solo pudimos visitar la parte sur ya que el centro y el norte están en conflicto y han prohibido el acceso a turistas!

La Paz
Un bus nocturno, incluida lancha de 5 minutos para atravesar el canal y habíamos llegado a La Paz sobre las 10,30pm.

Al día siguiente nos apuntamos al free walking tour donde visitamos el mercadillo de frutas y verduras así como la zona de mercado de las brujas.
En el centro de la ciudad existe también una prision un tanto peculiar. Resulta que funciona como si fuese una pequeña ciudad por lo que los presos tienen que pagar por sus celdas, comida y demás. Hay negocios dentro dónde pueden trabajar pero también hay mafias que dominan todo ese dinero porlo que a nos se que tengas contactos u vida dentro puede ser un infierno. Hay familiares que viven dentro con los presos y los que tienen más dinero tienen derecho a las cedas de una esquina que coge acceso al wifi del hotel al otro lado de la calle.
Si pasas por La Paz y te ofrecen un tour a esta prision ten en cuenta que es un timo y que entrarás y veras todo pero después no podrás salir hasta que no pagues cantidades desorbitantes de dinero.



Dos días en La Paz y estábamos listos para irnos y no tan listos para separarnos…..Elena volvía a casa y nosotros seguíamos bajando hasta Sucre. Elena tuvo suerte y su vuelo salió pero a nosotros nos cancelaron el vuelo después de estar unas tres horas retrasándolo y tuvimos que esperar al día siguiente.
La altitud, la cantidad de meses que llevamos viajando, el factor seguridad que hay que mantener en sudamerica, el cansancio acumulado y las largas horas de espera por el vuelo cancelado nos han causado estragos los últimos días. Hemos empezado a sentir por primera vez el síndrome de estar quemado del viaje.
También que sea verano en casa y que sepamos que nuestros familiares están todos juntos disfrutando del tradicional verano afecta. Ya nos pasó durante la Navidad que aunque estemos viviendo grandes aventuras uno siempre echa de menos casa y su gente.

Que Elena se fuese también nos devolvió a ser sólo dos. Ya nos habíamos acostumbrado a tenerla y nos trajo una buena dosis de risas, de energías renovadas y una dinámica diferente al viaje. Sentímos su ausencia y le dimos la bienvenida a ¨estar quemados del viaje¨
En nuestro caso vamos despacio, tenemos tiempo que es lo más importante para poder ser flexibles. El día a día no deja de ser diferente y es verdad que muchas veces admiramos lo que vemos y conocemos pero también hay muchos otros días más normales. Días de transportes, días de organizar y planificar que vamos a hacer y días que simplemente tenemos que descansar. Esta fase forma parte también del viaje y tenernos el uno al otro ayuda. Hablarlo, comentarlo y sentirlo hace que el vínculo nuevo que se está creando crezca y evolucione y ya solo por eso merece la pena!
No me cansaré de decirlo, formar equipo es lo más importante! Y tenemos la suerte de tener el mejor!
Casualidad o no, asi que empezamos a sentir un poco de negatividad a más nos hemos puesto malos los dos. Así que en Sucre recargamos pilas y fue lo mejor que hicimos porque cogímos el Salar de Uyuni con más ganas que nunca. No te pierdas el próximo post.