Dejamos Medellin sobre las 1 de la tarde. Desayunamos tranquilamente, nos pusimos al día con emails, ultimamos detalles logísticos del viaje y nos cogímos un Uber hasta la estación del norte. Los vuelos low cost no son comunes en sudamérica y dado la dificultad geográfica del terreno el transporte más común son las guaguas (buses). La compañía más presente es Marcopolo y las guaguas son muy coloridas, muy brillantes y casi siempre tienen la música a tope. Las estaciones son grandes, con muchos espacios al aire libre y ahora con el mundial hay pantallas gigantes y muchas sillas para que nadie se pierda un partido.
Teníamos que coger una guagua para llegar hasta Guatapé. El trayecto no eran más de dos horas pero nosotros no nos íbamos a quedar en el pueblo sino antes. Según el hostal teníamos que pedir para bajarnos en el restaurante la Mona, y asi le dijimos a la chica que nos vendió los billetes.
Llegamos a la mona tras un camino muy verde, repleto de curvas y muchas paradas. Aquí coger la guagua es como coger un taxi, estés donde estés levantas la mano y el chofer para. Si no hay asiento te quedas de pie, el precio del billete cambia según la distancia que hagas. Por lo general hay algunas paradas oficiales y después están todas las no oficiales. Nosotros conseguimos bajarnos donde teníamos que bajar gracias a la simpatía de los colombianos que compartían viaje con nosotros y el chofer. Nos bajamos y llegamos al paraiso.
Sabíamos que Guatapé era un sitio hermoso, habíamos visto fotos y habíamos leído sobre el lugar…pero creeme cuando te digo que no hay foto que le haga justicia. La sensación en vivo es de otro planeta. Es tranquilo, bonito, lleno de vida, tiene una energía especial. El hostal en el que nos quedamos se llamaba Galería y tenía acceso directo al agua y unas terrazas espectaculares.
Nos quedamos dos noches en Guatapé, descansamos, disfrutamos de la naturaleza, del relax y descubrimos rincones espectaculares.
La piedra del Peñón:
La entrada es cara en comparación con el precio de la guagua pero merece la pena, la vista es impresionante. En total desde la carretera subes unos 978 escalones y alguna que otra rampa. Sin prisa pero sin pausa nada imposible, vimos a niños pequeños subiendo con sus propias piernitas y a parejas de jubilados. La piedra tiene unos 200m de altitud y unos 400m de profundidad. El agua que se ve, no debería estar ahí ya que es un embalse.
El pueblo de Guatapé
El pueblo es pequeño pero muy muy colorido. Puedes encontrar una variedad enorme de sitios donde comer y de pequeños comercios. Hicimos la compra para concinarnos la cena y nos dimos el homenaje de comer una buena pizza hecha en horno de leña. Nos gusta mucho la comida colombiana pero a veces el cuerpo te pide sabores conocidos, te pide que varíes para algo más cotidiano de tu dieta y nos sentó de maravilla.
En los últimos días hemos sido el blanco perfecto de las moscas jején, y yo tuve la suerte de desarrollar una reacción alérgica. Tenía las manos y los tobillos llenos de manchas rojas que me picaban mucho. Lo bueno del asunto, teníamos antihistamínicos y dormí una media de 10 horas durante tres días. El picor se acabó en un día y las manchas desaparecieron en seguida. Consejo: que tu neceser lleve siempre remedio para lo que pueda suceder.
Volvímos a Medellín en guagua y al llegar a la estación pedímos el Uber hasta el hostal. Resulta que nada más meternos en el coche la policía para el coche. El conductor nos dice: si pregunta dicen que somos amigos. El Uber en Colombia está en una zona gris, aún no es 100% legal, pero los taxistas ejercen mucha presión por lo que la policía aprovecha para sacar tajada. Cuando pillan a alguien trabajando con la plataforma le inmobilizan el coche y les piden dinero. Uber después con abogados pelea el caso. Hasta que no se formalicen los procedimientos los conductores tienen que hacer como si no fuesen de Uber, decir que vienen a recoger amigos y hasta te piden que te sientes en el asiento del copiloto y te dan instrucciones desde el chat de la aplicación. Nosotros optamos por Uber porque coger un taxi illegal es peligroso, saber cual es un taxi ilegal no es fácil para nosotros y ante esta situación elegímos Uber. Yo entendía la conversación entre ellos y el policía decía una mentira detrás de otra intentando que el conductor se rindiese: yo vi a la chica con la applicación en el móvil (la tiene Ze en el suyo, yo no saqué mi móvil en ningún momento)…..
El conductor se llamaba Ivan, le quitaron los papeles del coche, le dijeron que nos llevase al hostal y que volviese a pagar la multa. Ivan nos fue explicando todos los problemas y tejemanejes de la policía, y aún sabiendo que no iba a poder circular en 5 días, su simpatía y amabilidad no se alteraron lo más mínimo. Le dejamos los datos que la aplicación pedía para estos casos y nos bajamos.
Al llegar al hostal resulta que nos habían puesto en dormitorios diferentes… veníamos cansados del viaje, un poco revueltos de la situación con el Uber pero la chica visto que ya nos habíamos quedado casi una semana antes allí nos cambió a una cama doble en la parte más tranquila del hostal.
Comuna 13
Visto lo mucho que nos había gustado el free walking tour por el centro de la ciudad, decidimos ir a hacer el mismo tipo de tour pero en la Comuna 13. Constituye una zona enorme de la ciudad en la que se construyó de manera illegal casas que suben las pendientes de las montañas de Medellín! Dado el terreno no hay casi carretera, son miles de casas pegadas, autoconstruidas, con callejones invisibles, escaleras imposibles y tremendamente lejos de escuelas, hospitales y otros servicios básicos! Durante muchos años entre las milicias, las FARC, el narcotráfico y el ejército hubo conflictos constantes en esta área, donde los más afectados como siempre fueron los civiles que vivían entre temor y aislamiento! Unas simples escaleras eléctricas ofrecieron a los ciudadanos la posibilidad de moverse fácilmente, de transportar materiales y mejorar sus viviendas y de tener espacios comunes para que los vecinos se reúnan.
No son unas simples escaleras eléctricas, fueron el principio de poder vivir una vida más digna, más cómoda y más justa. Por eso parece que están nuevas, las cuidan y respetan como si se tratase de un miembro de la familia! Hace unos años era impensable que los turistas pudiesen andar por estas calles y sus habitantes convivían con normalidad con balas perdidas, violencia, desapariciones y conflictos! Pero esas escaleras eléctricas entre otras muchas iniciativas, iniciaron un cambio social, dieron apertura a la zona y mejoraron considerablemente el tránsito de los habitantes! El arte en forma de graffiti, rap y bailes hip hop ha hecho que sea una de las zonas que no te puedes perder cuando vienes a Medellín!
Nuestro guía se llamaba John Estiven (nos exolicó que su madre veía las películas de Hollywood…de ahi su nombre) tiene 29 años y vive en la comuna 13. Nos contó como vivieron ellos todo lo ocurrido, como creció, cómo fue cambiando todo…sin duda cuando se trabaja para conseguir medidas que sirvan y aporten para todos es cuando se inicia un cambio de verdad. Medellín es un claro ejemplo de superación y de cambio que transforma.
Hoy en día tienen wifi gratis, colegios, centro de salúd y un centro de justicia con fácil acceso. Instituciones que han ido cambiado el futuro para todos estos habitantes, una vez más es un placer poder ver de primera mano todo, sentir lo que allí se respira y ver con nuestros propios ojos lo que hay.
Cómo puedes seguirnos:
Diariamente en Instagram: iremos poniendo fotos de dónde andamos ese día.
Semanalmente en este Blog: iremos explicando con detalle lo que hemos hecho esa semana. Dónde hemos estado, que hemos visto, cuantos días y cuánto nos hemos gastado.