¡Pasan muchas cosas en una semana! Este blog me sirve para recapitular lo que hemos hecho y vivido pero también para darme cuenta de como va pasando el tiempo!
Ze siempre dice que cuando lo estas pasando bien el tiempo pasa rápido en el presente mientras que si lo pasas mal parece que nunca acaba. Pero en retrospectiva los momentos que pasaste bien parece que duraron mucho porque lo retuviste con mucho detalle mientras que el tiempo que lo pasaste mal no lo tiendes a recordar tanto. El ejemplo perfecto para nosotros son las horas interminables de bus….en el momento a veces llegamos a desesperarnos pero mirando para el pasado no nos acordamos de ellas.
Dicho esto vamos a lo que vamos, llegamos a Hoi An después de haber cogido un vuelo doméstico hasta Da Nang y un taxi hasta la ciudad. Reservamos una noche de cada vez por si no nos gusta el sitio, nos apetece irnos a otra ciudad o lo que pueda surgir. No nos gusta reservar más de una noche para no perder la flexibilidad en la toma de decisiones. Muchas veces nos pasa que nos encanta un sitio y no tienen disponibilidad para la noche siguiente y nos quedamos con la ganas pero siempre acabamos encontrando dónde ir y nos permite conocer a más gente. Salimos ganando sea como sea así que nos funciona este sistema. ¿Porqué te cuento esto? en Hanoi cambiamos de hostal 5 veces!
Hoi An
Hoi An es una ciudad muy pequeña, llena de detalles y sobretodo de linternas. La luz y las linternas simbolizan la buena suerte y aquí están por todas partes. Las hay de todos los tamaños, los colores y las formas. Llegamos a Hoi An con la intención de estar un par de días, acabamos quedándonos una semana! Entre que nos entró la pereza por la cantidad de café bueno que había y que estábamos muy a gusto bajamos el ritmo y nos regalamos unos días de no hacer nada… paseamos por el centro, comíamos y descansábamos. Llega un punto que tienes que volver a darle espacio a tus sentidos para que recarguen pilas. Todos los días son diferentes, vemos cosas nuevas y tomamos muchas decisiones así que este tiempo nos sentó de maravilla.
Hoi An es muy conocida por su amplia variedad de artesanía local, hay infinidad de costureras, de talleres que trabajan el cuero y de plantaciones. Nos decidimos a contribuir a esa artesanía y nos compramos algo para nosotros. Una camisa de lino de manga larga hecha a medida por Hana y unas sandalias de cuero.
Nos hacía falta una camisa de manga larga que no fuese caliente y estas son muy fresquitas y para por la noche con los mosquitos van de maravilla. Hana fue un encanto y para nosotros poder interactuar con ella fue increíble. Es una experta en lo que hace y fuimos allí tres veces para que fuese retocando y ajustándolas a lo que queríamos. Cuando acabó nos dio un abrazo y nos dijo que se había quedado con nuestras medidas que si queríamos otra sólo teníamos que escribirle y nos las mandaba.
Yo me compré unas sandalias de cuero hechas en el mismo pueblo también. Mis cholas se quedaron en Filipinas así que ya no tenía nada que no fuesen playeras. Me han venido genial y me encantan! Activamos el modo consumista por primera vez en 5 meses y nos quedamos muy a gusto con nuestra compra.
My Son
El último día fuimos a las ruinas de My Son, alquilamos una moto y recorrimos los 40 y poco km hasta allí. Nos encantó el lugar y el camino hasta allí. Volvimos cansados a Hoi An y fuimos a recoger las camisas. Nos duchamos y ahí estábamos los dos con nuestras camisas nuevas con cara de que habían venido los reyes así que ¨vamos a cenar a un sitio guay hoy?¨ nos fuimos a un griego que estaba para morirse! No pensé que echaría tanto de menos el queso feta hasta que cenamos aquí. Nos regalaron de postre un mus de chocolate y galletas! No nos podía haber salido mejor el día!
Da Lat
De Hoi An hasta Da Lat cogimos un bus nocturno en el que yo dormí casi todo el camino y Ze no durmió casi nada. El conductor hablaba con el copiloto como si estuviesen peleándose y hablaban a los gritos. Cada vez que paraba en algún sitio tocaba la pita exageradamente y durante mucho rato. Para rematar la faena fumó todo el trayecto por lo que los que estábamos justo detrás nos chupamos el humo.
Una vez fuera del bus reinó la felicidad de nuevo y llegamos al hostal más familiar de todo Vietnam. La casa de Timh, Mia y Bo. Estuvimos 3 noches en Da Lat, recorrimos todo en moto y disfrutamos de las mejores cascadas hasta ahora.
Conocimos a mucha gente divertida y con quienes esperamos volver a encontrarnos en el camino. En Da Lat volvimos a saborear un croissant. La ultima vez fue en Tailandia a bordo del sunrise cruise de Michael y de eso hace ya casi dos meses. Tienen una pastelería enorme con millones de cosas y por supuesto fuimos algunas cuantas veces. La comida es lo que más echamos de menos ahora mismo y cualquier sabor familiar nos hace soñar!
Nos encantó Da Lat, porque no había casi turistas, la naturaleza es increíble y porque estuvimos muy a gusto en el hostal con los dueños y con los otros habitantes! Cenábamos juntos y tomábamos el desayuno juntos. Después cada uno iba haciendo lo que tenía planeado durante el día. Fue muy agradable coincidir con ellos 3 días.
Cómo puedes seguirnos:
Diariamente en Facebook e Instagram: iremos poniendo fotos de dónde andamos ese día.
Semanalmente en este Blog: iremos explicando con detalle lo que hemos hecho esa semana. Dónde hemos estado, que hemos visto, cuantos días y cuánto nos hemos gastado.