El 2017 nos ha regalado tantas cosas. Empezó dando un giro de 180 grados en todos los niveles y aspectos de nuestra vida tal y como la conocíamos.
En principio el viaje iba a comenzar en 2018, pero cómo pasa con casi todo, la vida se encargó de cambiarnos los planes. Teníamos unas ganas increíbles de empezar, ninguna gana de volver a repetir el año anterior, algunas previsiones profesionales cambiaron y en Marzo paseando a Matildinha nos dijimos: ¡va empezamos en Septiembre! Y empezó la acción:
1. Dimitir en el trabajo
2. Meter todo en cajas
3. Alquilar la casa
4. Organizar el principio del viaje: vuelos y visados sobretodo.
5. Dejar a Matildinha instalada en su erasmus canario.
6. Despedirnos de todos y de todo.
Desde que comenzó esta aventura hemos pasado por 8 países cargando 10kg de pertenencias, mil estados de ánimo e infinita alegría. Se nos nota en la cara, nos lo dicen mucho, y es que no es para menos… Es lo que tiene darse cuenta que lo que imaginaste no era ni la mitad de bueno de lo que es en realidad. Los sueños se cumplen y de pronto sabes que eres imparable.
Seguimos cambiando día a día y sobretodo aprendemos a reformatear nuestras percepciones. Algunas veces hasta nos sorprendemos dándonos cuenta de algunas configuraciones que nos vienen de fábrica y que no sabíamos que teníamos.
La empatía, tan fácil en teoría y tan difícil en la práctica:
Empatía:Participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona.
Los ingleses usan mucho la expresión: Walk in their shoes.
Desde Russia hasta las Filipinas hemos visto realidades completamente diferentes. Hemos estado en lugares donde el gesto de sonreir que expresa alegría y cercanía está reservado para los más allegados y en otros dónde sonreir es el pan de cada día. Hemos vivido realidades muy opuestas en cuanto a los sentimientos de familia: los nómadas en Mongolia no quieren que sus hijos sean nómadas (prefieren que lleven una vida más cómoda y con más oportunidades) y los mandan a las aldeas cercanas (cerca en Gobi son unos cientos de km). Demuestran su sentimiento de amor con trabajo y sacrificio para poder ofrecerles las oportunidades. En las montañas del Himalaya las familias se mantienen unidas, se pasan el negocio de generación en generación, mediante el trabajo y la persistencia se demuestran afecto y amor.
Por tanto muchas veces nos hemos planteado ¿Cómo vamos a entender lo que siente esa persona, si no sabemos nada de la lógica detrás? De hecho muchas veces los sentimientos son diferentes. Hemos aprendido que es difícil caminar en los zapatos del otro cuando no calzas el mismo número y cuando tu eres más de cholas que de tacones.
Por tanto hemos dejado de intentar ser empáticos ahora invertimos tiempo en escuchar, en saber de primera mano las historias, entender el porqué de ciertas acciones y en última instancia asociar el sentimiento que todo eso emana. Porque en cuestión de sentimientos somos todos iguales. Todos sentimos amor, tristeza, alegría y rabia. Lo difícil con la empatía es saber por que sentimiento estará pasando la otra persona, porque nuestras realidades y nuestros principios son tan diferentes que puedes intentar adivinar pero habrán tantas cosas que se te escapen.
Nuestro guía durante el trekking de 17 días tenía un bebé de un mes. La mujer se quedó en casa con el bebé y los otros dos niños (uno de 10 y otra de 16). Nuestra reacción empática dedujo que tanto él como su mujer estarían tristes porque el estaba fuera de casa. Todo lo contrario. Estaban contentos porque estaba generando ingresos para la familia, no era la primera vez que pasaba y su dinámica familiar estaba perfectamente integrada.
Momentum
El famosos momentum del que no se habla lo suficiente aunque es el responsable de casi todo. Se dice del momento cierto en el que acontecen las cosas porque los factores externos tanto como los sentimientos están alineados. Para que te hagas una idea muy clara de lo que es el momentum, las Navidades y el año nuevo crean un momentum brutal. Las familias se juntan, se regalan cosas y tiempo, afloran sentimientos de unión y de afecto. Las Navidades crean el momentum perfecto para expresar sentimientos que no vendrían a cuento ningún otro día del año aunque se sientan igualmente.
Hemos aprendido que el momentum se crea y se puede destruir. Hemos aprendido sobretodo a no ignorarlo cuando viene sólo porque las mejores cosas acontecen cuando te dejas llevar, te relajas y haces caso a tu corazón y no a la razón.
Cuando Michael nos invitó a su barco se terminó de crear el momentum. Veníamos de pasar frío, teníamos muchas ganas de playa y mar, no teníamos mucho dinero para gastar en tours…..aceptamos su invitación, aceptamos el momentum. Nos lo pasamos pipa.
En el Nido estábamos con muchas opciones de tours, playas y cosas que hacer. Nos sentamos un rato con los dueños del hostal, compartiendo historias de vida y e experiencias se creó el momentum nos hablaron de una playa alejada con shuttle gratis. Estuvimos prácticamente solos, comimos baratísimo y no pagamos nada ni para ir ni para volver.
En Vang Vieng, Laos nos intentaron timar con un bus nocturno. Eramos 13, 9 montamos la revolución, no nos subimos y le expresamos nuestra repulsa ante ese comportamiento al hombre que lo organizó todo. Esa noche nos fuimos de cañas con nuestros compañeros de lucha por la dignidad y la honestidad. Vaya momentum que se creó ese día, nunca más oiremos la canción de ¨I got a woman¨ sin recordar a la francesa que le gritó ¨Fuck you!¨al timador.
La paciencia marca la diferencia
Hemos aprendido la sutil diferencia entre esperar con los dientes trincados a esperar relajados entendiendo que tarde o temprano llegaremos a buen puerto. Porque el arte de la paciencia reside en saber esperar, tolerar, respetar mientras mantienes tu paz interior. Difícil, muy difícil.
Sobretodo la paciencia la hemos aprendido en los medios de transporte. No suelen salir a la hora programada, las paradas dependen del chofer de turno y de sus ganas. Hay relojes que marcan la hora que no es, porque el tiempo no interesa en muchas partes del mundo. En el menú de un restaurante en Laos se leía: ¨How come you have a watch and no time, while I have no watch yet so much time¨. Debe ser que muchos turistas se quejaban de que los camareros y la comida tardaba mucho en llegar…el tiempo es relativo, la paciencia no.


Siempre habrá tormentas y hemos aprendido que no es aquello de saber bailar bajo la lluvia lo que las mejora. Las tormentas se mejoran esperando a que escampe. Se mejoran en silencio. Se mejoran practicando la empatía y la paciencia. Se mejoran olvidando. Pasando página. Claro que todo esto es válido cuando los compromisos son fuertes, robustos y claros.Hemos aprendido que por encima del amor y de todo está cuidar los unos de los otros. Todo lo demás viene después. Porque en el fondo todo va de relaciones tanto en el trabajo, en la familia, en la pareja, viajando o sin viajar. Subiendo el Renjola Pass, pasando la noche en un bus nocturno hacinados, sobreponerse ante el shock cultural de Rusia, pasando frío en el Gobi y nadando con todo en una mano haciendo malabares para que no se mojara nada…. hemos pasado por algunas tormentas y sin duda lo importante son las relaciones que establecemos y lo que aportamos a ellas.
Más vale calidad e intensidad ante cantidad 🙂

Gosto tanto de te ler…fazes-me travar as urgências. Já teve alguns bons resultados. Muitos beijinhos para ti e para o nosso príncipe.