Nuestra Vuelta al Mundo- Semana 8 y 9 ¡Trekking en el Himalaya!

El trekking dió un giro inesperado desde antes de empezar.
Te pongo en situación primero:
Ze había estado soñando  con este trekking hace mucho tiempo y es la parte que más ilusión y que más le gustaba de todo el año de viaje, por lo que escogió la ruta más aventurera y más difícil. Ibamos a pasar 17 días en las montañas más altas del mundo pasando por tres pases de montaña (Kongmala Pass, Chola Pass y Renjola Pass), llegar al Base Camp Everest y subir al pico más alto el KalaPattar.
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A mi me hacia mucha ilusión también y estábamos deseando empezar esta aventura única aunque también teníamos un poco de miedo y respeto por ver que pasaba. Habíamos estado leyendo mucho y los problemas de altitud eran un riesgo alto (íbamos a dormir a 5100m y escalar a picos de 5550m) a parte de la dureza y dificultad de un trekking tan largo.
Los americanos Jessie y Quan salían un Lunes y nosotros un Miércoles. Tienes que coger una avioneta de Katmandú a Lukla que es dónde empieza el recorrido, es uno de los aeropuertos más peligrosos del mundo ya que está en medio de las montañas, la pista es mínima y las condiciones meteorológicas cambian de un minuto a otro dejando todo cubierto de neblina. Ellos no salieron el Lunes por mal tiempo y les cambiaron el vuelo al ¡Miércoles!  A pesar de no hacer el mismo recorrido había partes, sobretodo al inicio, que eran iguales, no había duda tuvimos suerte, el miércoles la avioneta salió sin problemas y ¡compartimos los primeros 5 días con ellos!
Llegamos a Lukla con un vuelo y aterrizaje de lo más emocionante y conocimos a Ngawang, nuestro guía. Fuimos sin porteador, cargamos nuestras cosas. Pensamos en no tener guía pero resultó que fue lo que hizo que la experiencia fuera inolvidable.
Pasaron tantas cosas que no sé ni como empezar, si ir por días (son muchos), si hacer un resumen, si contar sólo lo que más nos marcó……
Bueno voy a dividirlo por partes: la vida en el Himalaya para que te hagas una idea en general, nuestra experiencia en el trekking y curiosidades sobre la altitud y el cuerpo humano.

La vida en el Himalaya:

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No hay coches y no hay carreteras. Todo se sube y se baja en Yaks, burros, caballos y a pie. Los senderos que juntan los pueblos más grandes parecen autopistas de gente y animales y los más pequeños los tienes prácticamente para ti sólo. Las condiciones son muy duras y extremas, a mayor altitud menos recursos y más desconectado de todo están. Viven del turismo por el trekking (de forma estacional), de sus tierras, de sus animales y de otros trabajos que van saliendo.
El rectángulo principal de las casas esta hecho con piedra y barro, todo el resto de materiales que pesan poco ya que todo, TODO llega por el sendero cargado por personas o animales. Los tejados de chapa, las paredes de contrachapado. Es muy difícil mantener el calor dentro, tienen un horno en el centro de la sala común que funciona con excremento de Yak y que funciona un ratito por la tarde. El resto no tiene calefacción ninguna. Los baños tienen cisterna pero sólo funciona durante el día, desde las 10 y pico de la noche se congela el agua de las cañerías y hay cubos con agua al lado para ejercer de cisterna. La comida es poco variada: arroz, batatas, vegetales y pasta.
Las mujeres son las que gobiernan aquello, son fuertes, independientes y mandonas. En la zona en la que estuvimos son mayoritariamente Sherpas, tienen sus tradiciones, su lengua y son reconocidos por ser los mejores en las montañas. Los trabajos principales: ser guía o ser porteador. El guía necesita un título y pasar por ser porteador antes, son todo un orgullo y tienen un estatus muy valorado en la comunidad.
Durante todo el trekking nos quedamos en los guesthouse. Las habitaciones tienen una luz y las camas. La zona común es para comer y dónde muchas veces duermen los porteadores. Normalmente funciona de la siguiente manera, la habitación sale baratísima unos 2 euros si comes allí. Con la comida es con lo que ganan dinero ellos. A medida que vas subiendo todo se hace mas caro.
Pagas por todo por separado. La habitación, la comida, si quieres cargar el móvil se paga aparte y te lo cargan ellos en el mostrador, internet son unas tarjetas prepago y no hay papel higiénico en el baño por lo que también compras tu rollo.
Para que te hagas una idea, una botella de un litro de agua en Katmandú cuesta 20rp, en Lukla 100rp y en Gorak Shep (el pueblo más alto dónde estuvimos) 350rp. Cargar una batería externa en Namche costaba 250rp y en Gokyo 700rp. Acceso a Internet costaba 600rp por 200Mb (si mandas una foto se acabó). Es normal que el precio suba, por una parte porque tardan más días en conseguir llevar el producto hasta allí y por otro lado porque mientras más arriba las fuentes de energía son más limitadas (paneles solares báscamente y baterías de coches).
Hacía mucho frío: las botellas de agua en la habitación amanecían congeladas y las ventanas con una capa dura de hielo. El saco de dormir por encima también amanecía a veces mojado de la condensación durante la noche. No nos duchamos en 17 días, tiramos de toallitas húmedas porque la ducha de agua caliente era cara y hacía mucho frío en todas partes. El guía nos dijo que era peor el remedio que la enfermedad, que mucha gente se ponía mala porque el agua caliente les enfriaba más y les bajaba mucho la tensión. La verdad es que no apetecía por los baños que eran y el frío.
Las baterías con el frío se descargan y se estropean. Los móviles sólo con encenderlos perdían 20% de batería, teníamos que mantener todo en los bolsillos cerca del cuerpo. En KalaPattar el móvil de Ze que es lo que usamos para fotos principalmente se apagó después de 10 minutos por el frío.
Nuestro truqui:
Descubrimos que nuestros sacos de dormir se podían juntar. Dormiamos juntos ya que a nivel de calor hacía una diferencia abismal y además rellenábamos una cantimplora con agua hirviendo y la metíamos dentro del saco. Duraba toda la noche caliente, y por la mañana como era agua hervida la podíamos beber sin poner pastillas potabilizadoras. Los móviles, pasaportes, el spot y la gopro dormían con nosotros también para evitar que se descargaran.

Nuestra experiencia en el trekking

Desde el aterrizaje las vistas eran asombrosas. Ir descubriendo la vida ahí y como hacen, los diferentes paisajes y los picos nevados al fondo fue increíble. El camino es irregular, hay mucha subida y mucha bajada. Poco plano. Según Ngawang la subida ligera es el plano de los nepaleses. Fuimos cogiendo confianza con él y nos lo pasábamos en grande. Tiene un sentido del humor muy agudo y compartimos mucho con él. Hablábamos mucho sobre las familias, la vida, la felicidad, los trabajos, el modo de conseguir las cosas…. aprendí mucho sobre la vida Sherpa y me di cuenta de que controlan mucho.
Saben perfectamente los riesgos y las oportunidades que tienen, que es lo importante y que lo urgente, dónde pueden ser dependientes y dónde tienen que ser independientes y sobretodo tienen un sentido de comunidad verdadero. ¡La interdependencia por excelencia! Todos se ayudan. Genuinamente, sin pedir nada a cambio, viven juntos el día a día, comparten las alegrías y las penas.
Ngawang tenía en casa una mujer, una hija de 16 años, un niño de 10 años y un bebé de un mes. Lleva siendo guía 15 años y se conoce su región como la palma de su mano. Siento que los conozco por cómo hablaba de ellos y si volvemos espero poder conocerlos.
Para mi los primeros 5 días no fueron fáciles: me cogí un resfriado en Katamandú antes de salir a Lukla. Estaba toda congestionada y con mal cuerpo. La Couldina y Respibien entraron al rescate (¡Gracias Mami!), pero sentía frío cuando todos tenían calor y estaba muy cansada. Día 2, me vino la regla ¡que suerte y que conveniente! Añadí  Ibuprofeno al mix y seguí sumando mal cuerpo. Día 4, Jessie y yo con gastroenteritis » ¿en serio? » .
 Sabía que era una cuestión de días y que todo pasaría, que tenía que aguantar el tirón y así fue. Andamos una media de 7 horas todos los días, dormíamos en los lodges abrigados por el saco de dormir y comíamos por donde íbamos pasando.
Acabó por desaparecer todo. Y el día que me libré de todo me dieron unos 10 minutos de bajón emocional, el cansancio y la gastroenteritis volvieron sobre el día 13. Le lloré a Ze un par de veces y me dije a mi misma que llamaría al helicóptero que no aguantaba más  porque me sentía débil y cansada pero no hay nada que un poco de llorera no solucione. Liberada la tensión a seguir paso a paso y despacito.
Nos fuimos turnando, cuando yo estaba bien a Ze le empezaron los síntomas de mal de altitud, no dormía y sentía que le faltaba el aire. En estos casos hay que pasar más tiempo en la misma altitud para ver si el cuerpo se aclimata, si empeora o no cambia la situación, hay que bajar inmediatamente. Pasamos 2 días en Dingboche y empeoró. No queríamos desistir y era su sueño así que decidimos que bajábamos 100 metros hasta un pueblo con médico a ver si había algo que se pudiese hacer. El médico le dió el Diamox que ayuda con los síntomas de altitud y lo que el tenía era leve, descansamos ese día allí y desde que el Diamox entró en su vida paso a dormir 10 horas.
¡Todo controlado!,  a partir del día 10 empezamos a disfrutar de verdad. Las complicaciones de salud se habían acabado y no había casi nadie por los senderos. Pasamos glaciares, ríos y subimos los pasos de montaña. El día a día no es fácil y era nuestro primer trekking.  Nos apuntamos a brutos con la ruta porque era la más difícil y la más exigente pero poco a poco fuimos completando días y etapas y la satisfacción de haberlo hecho compensa con creces.
Ha sido una experiencia muy dura, dificil y no siempre fue divertido, pero mereció la pena por las risas con Ngawang, la persistencia, el tesón y el aguante que tuvimos. Formamos equipo los tres y tiramos para adelante dando espacio para que todos lo llevaran y lidiaran con las dificuldades de la mejor manera que sabían.

Curiosidades de la altitud

La altitud genera ciertas cosas en el cuerpo que fuimos descubriendo poco a poco a medida que subíamos. Lo constatamos con la unidad medica en Pheriche y nos echamos unas risas.
Primero empiezan los sueños raros… sueñas mucho, mezclas todo y sale el verdadero potencial de tu imaginación. Compartíamos los sueños en el desayuno y no había desperdicio. Yo participé en quieres ser millonario, Ze vivía con caballos, Jessie veía diablillos y trolls….así todas las noches cosas raras, sin sentido alguno.
Los sabores se intensifican, todo sabe más. No necesariamente mejor pero las papilas gustativas están a tope y la comida y hasta el agua sabe mucho y eres capaz de identificar más sabores.
Las emociones estan a flor de piel, un poco como cuando bebes que te desinhibes pasa lo mismo con la altura con las emociones. La presión disminuye y el cuerpo parece que esta mas sensible a todo y te irritas con mas facilidad.
Las flatulencias. Más gases, a menos presión los gases se expanden y además el cuerpo genera mucho más.  La comida es mayoritariamente  vegetariana, arroz y patatas. Nosotros intentábamos siempre que nuestro guía fuese detrás, este síntoma era más evidente en él. Una vez comprobado con los médicos nos hizo más  gracia.
Falta de aire subiendo, la sensación es como si subieras con un paño metido en la boca. Coges bocanadas de aire pero no es suficiente. Parece que entra poco y tiendes a respirar más rápido y a quedarte sin aliento. A mí me daba sueño, se me cerraban los ojos subiendo y no podía controlarlo. Desde que bajábamos se me pasaba.
Duermes mal y hay apneas. Ze con el Diamox durmió mejor que nunca pero yo me despertaba mucho y el sueño nunca llega a ser del todo profundo. El cuerpo empieza un ciclo específico en altura de respiración  en el que inspiras profundo un par de veces y después pasas varios segundos sin respirar. Ze me asustó un par de veces, desde que supe esto ya no me preocupé más.
Nos costó despedirnos de Ngawang y lo primero que hicimos al llegar a Katmandú  fue darnos una larga ducha de agua hirviendo. Que bueno es el calorcito y estar limpito. Ahora que hemos completado 2 meses de viaje y hemos recorrido Siberia, Mongolia y el Himalaya toca una etapa con calor y playa……
¡Próximo destino sudeste asiático y empezamos por Tailandia!

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Semanalmente en este Blog: iremos explicando lo que hemos hecho esa semana. Dónde hemos estado, que hemos visto, cuantos días y cuánto nos hemos gastado.

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