En esta semana 6 dejamos atrás Mongolia y tras 25 horas de tren llegamos a Pequín.
El último tramo del Transmongoliano, el último tramo de los 9800 km que hemos recorrido en mes y medio. Compartimos nuestro vagón cama con una pareja de franceses que en menos de 10 minutos nos informaron de que no íbamos a tener conexión a nada en China. Nada de Google, nada de Whatsapp, nada de Facebook ni Instagram, nada de gmail……¡shit happens!
En el tren coincidimos con una pareja de alemanes que viajan en bicicleta por el mundo, sin fecha de regreso con sus dos hijos (una niña de 4 años y un niño de 7 meses). En los controles de pasaporte la mayor parte de las veces el bebe esta dormido y el padre explicaba que los policias le obligaban a que enseñara los ojos del bebe así que ya había desarrollado la habilidad de abrirle los párpados sin que el niño se despertara.
La niña era un poco mandona pero muy risueña y con ganas de jugar. Ambos tuvieron una rabieta de 10 minutos y luego silencio sepulcral o ataques de risa. Los padres nos explicaron que la niña ya entiende inglés y que viajar con ellos sólo les supone que necesitan el doble de tiempo que cuando viajaban solos. Esta claro que cuando se quiere se hace, desmontaron en 10 minutos todos los mitos y excusas que se oyen por ahi sobre lo difícil que es viajar con niños.
Y ya no había nada que pudiésemos hacer. Hay personas que se descargan una VPN y consiguen escapar la muralla virtual que el gobierno chino establece pero nosotros no íbamos a ser parte de ese grupo de personas. Con un negocio en la mochila y una familia a la que informar no eran buenas noticias ya que pasaríamos en la capital china 5 días.
Aquí es donde el Spot me ayudó mucho para quedarme tranquila con la parte familiar. Ellos tienen un link directo via GPS y saben donde estoy en todo momento (cuando lo enciendo claro esta ;)).
Con la parte laboral tenía reuniones que tenía que cerrar fechas y algún que otro material que enviar. ¡Creatividad y vuelta al sistema tradicional! Busqué entre mis emails y Skype la información sobre las personas a las que tenía que contactar y les mande un SMS.
Mensaje: estoy en china, desde que tenga conexión fiable te mando todo. Max. en 5 días
Respuestas: pásalo en grande. Sin problema cuando puedas. Tenemos los resultados y son mucho mejor de lo que esperábamos, muchísimas gracias. Tengo muchas ganas de enseñártelo.
Cuando hay confianza, se buscan soluciones y reina la flexibilidad. Hoy por ti mañana por mi porque aunque lo tengamos todo controlado ¡shit happens! 😉
Para movernos por Pequín sin google maps utilizamos maps.me una aplicación que te permite descargarte los mapas que quieras y navegar sin conexión a Internet. Lo teníamos instalado en Mongolia, gracias al Polaco.
Pequín
Ciudad enorme, ruidosa, caótica. Ciudad INCREIBLE. Tuvimos la suerte de tener tanto días de sol y cielo azul como algún que otro día nublado y alguna lluvia. Nos sorprendió muchísimo la cantidad de vegetación por todas partes y las calles pequeñitas del centro.
Nos quedamos en un hostal que se llama lucky family. La localización es perfecta, el dueño y personal super amables y simpáticos. Nos sentimos «como en casa» después del tren y el desierto.
Mucho andar y mucho pedalear
Nos gusta ver las ciudades a pie o en bici. Porque no te pierdes nada de nada. Pateamos muchísimo unos 16 km diarios. En el centro visitamos la ciudad prohibida, parque Haven, templo de Confucio, plaza Tianamen y callejeamos muchísimo. En algunos sitios había riadas de gente, en otros no notamos grandes aglomeraciones. Nada diferente que cualquier otra gran ciudad.
El dueño del hostal nos prestó una bici para que pudiésemos descansar un poco las piernas. La muralla nos había dejado KO pero queríamos aprovechar el último día en Pequín y la bici era una buena opción. Como ya dábamos poco el cante una rubia y un barbudo por Pequín nos dejó una bici tandem.
Nos pararon varias veces para sacarse fotos con nosotros en todas partes, ponían a sus hijos al lado nuestro y toma flash. Había muchos otros que no preguntaban y nos sacaban fotos intentando disimular en el bus, el metro, por la calle…. en fin que somos una celebrities en China.
Y ya cuando se junta un etíope alto con canas, un portugués barbudo y una española que parece alemana pues somos la sensación. ¡United colors of Benetton en la muralla china!
La muralla China
Llegar hasta Mutianyu que era la parte de la muralla que queríamos ver no fue fácil. Cogimos el metro y llegamos a la estación de bus. Sabíamos que teníamos que coger el 916, pero una señora nos abordó e intentó que cogiéramos el 980. No hablaba casi inglés y resulta que era más caro el que ella decía así que le agradecimos y seguimos hacia el 916. Un vez dentro fue todo muy rápido, gente entrando y pagando y el chofer arrancó. Nosotros aún no habíamos pagado y resulta que no tenían cambio. Los 5 minutos más largos, nosotros explicando que teníamos dinero, ellos que no tenían cambio… al final un señor muy simpático nos dió 2 Yuanes y pagamos.
Al llegar a la estación teníamos que coger otro bus, que no encontramos. Y una vez más la avalancha de taxistas illegales. Acabamos subiendo a uno que accedió a mi regateo, nos llevó hasta Mutianyu, nos acercó hasta la oficina de los tickets y nos ayudó en todos hasta que empezamos a andar.
La muralla es majestuosa y difícil. Subimos muchos escalones con pendientes increíbles. Sudamos muchísimo. Recorrimos un total de 8km. 4 km ida y 4 km la vuelta. 4 horas en total dónde subimos unos 750m. Unas vistas espectaculares y una parte de la muralla que no esta renovada nos dieron la vida ese día.
También me dió la vida como los españoles nos creemos que nadie sabe español cuando viajamos así que pude disfrutar de alguna que otra frase que me moría de la risa.
¨yo es que estoy gordita así que paciencia que bajo lento pero bajo¨
¨mira que huele mal este grupo, es un apestoso adelanta adelanta¨
¨Lo llego a saber y no vengo, asi de claro te lo digo Manolo. ¡A mi me engañaste!¨
Salíamos de China con destino Katmandu con escala en Kuala Lumpur. El vuelo salía a las 2am y llegaríamos a Katmandu a las 14 hrs. Fuimos con mucho tiempo al aeropuerto y estuvimos debatiendo que hacer con las maletas. Facturar costaba unos 70 euros, dinero que nos venía muy bien tener para otras cosas, pero el límite de peso de equipaje de mano eran 7 kilos un bulto. Nosotros teníamos 14 kilos cada uno. Estuvimos debatiendo un rato en la cola para facturar y la chica llegó con unos folletos mientras abrían el embarque…facturar en el aeropuerto eran unos 90 euros.
Nos miramos y ¡Nos la jugamos!
Pasamos un mal trago en seguridad porque nos revisaron todo. Abrieron las maletas y empezaron a sacarlo todo, no hablaban inglés y eran muchos. Todos con su traje de seguridad abriéndonos las cosas y con cara de pocos amigos. Nuestras cosas en bandejas diferentes pasando entre las cosas de otros pasajeros y nosotros a un lado. Pensé: ¡ojalá abra la bolsa de ropa sucia, esa si que le va a encantar!
Al final nos quitaron la alarma personal y nos hicieron muchas preguntas sobre qué hacíamos en China, a dónde íbamos…. y finalmente nos dejaron pasar.
Llegamos a la puerta de embarque y como dos campeones con la mochila en un hombro, cara de ¨esto no pesa nada de nada, un par de libros y un jersey nada más ¨ pasamos.
Y así nos ahorramos 90 euros. Utilizamos la misma operación en el vuelo de Kuala Lumpur a Katmandu.
En los vuelos conseguimos sentarnos en una fila de tres asientos los tres (Ze, sus piernas kilométricas y yo). Fuimos encajándonos como pudimos parecido al Tetrix y algo dormimos a ratos.
Las tres horas en el aeropuerto de Kuala Lumpur fueron un paraíso. Hacía calor, la gente iba en cholas y vestido, había conexión a internet sin bloqueos, baños a la europea y muchos sitios donde comer.
Disfrutamos de esa tregua y nos montamos en el siguiente avión. No te pierdas el post de la próxima semana porque estamos en Katmandu y están celebrando las fiestas de las luces.
Me ha encantado el post de esta etapa. El año pasado tuvimos la suerte de visitar China (a pesar de las reticencias de Fran) y volvimos fascinados. Me habéis llevado de vuelta allí. Muchas gracias por compartirlo.
¡¡Disfrutad mucho de la siguiente etapa!!
Beijinhos
Gracias Ana! la verdad es que nosotros también nos quedamos encantados y eso que pensábamos que iba a ser muy diferente!un beso enorme para los dos!