Parte 2: Cómo jugué a la lotería y ¡Gané!

Tengo muchas ganas de compartir contigo este camino tan emocionante que me ha cambiado la vida. Ahora trabajo de lo que quiero, el tiempo que quiero y ganando lo que quiero. Nunca me he sentido tan realizada y nunca había tenido tanto tiempo para hacer todo lo que me gusta.

En la parte 1 te expliqué un poco sobre cómo me di cuenta que no estaba a gusto en el mundo laboral que estaba viviendo a pesar de tener que sentirme afortunada por el <con la suerte que tienes de tener un trabajo hoy en día tal y como están las cosas> era infeliz y busqué soluciones.

Si te lo perdiste aquí te dejo todo lo que te servirá para el resto de tu vida y nadie te contó.

Datos que entristecen pero tienen solución

Triste a la vez que asustador comprobar que más del 87% de los trabajadores no están a gusto en su trabajo (mándame un email y te mando el informe completo). No se sienten productivos ni realizados en un lugar en el que van a pasar unas 80000 horas de su vida. 80000 si no cambian la ley y nos amplían la edad de jubilación.

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No es infelicidad es sentirse que no formas parte

Nos llaman los millennials o la generación Y: que somos unos inconformistas, que no valoramos nada, que nos fue dado todo.

Mi opinión: Queremos ser dueños de nuestro tiempo, aportar valor, generar cambios sostenibles, viajar y sobretodo queremos colaborar.

Yo creo firmemente que somos los que reinventaremos el mundo.

Pero a pesar de que la revolución tecnológica está aquí, seguimos en el mundo laboral rigiéndonos por lo que establecieron en la revolución industrial y nosotros no nos identificamos con nada de eso: ni con los horarios, ni con las condiciones, ni con la remuneración…

Los millenials nacimos en un mundo lleno de oportunidades y de cambios. No estamos agusto, porque se espera de nosotros lo que han hecho nuestros padres y eso o no existe, o no nos llena, o no podemos hacerlo.

Hemos pasado veintitantos años siguiendo el camino establecido y cuando llega el trabajo y pasan unos años nos damos cuenta que queremos otra vida:

Vamos al colegio -> vamos a la universidad -> sigue formándote master/especialización/postgrado -> empieza a trabajar…….pasan algunos años de trabajo y de repente empiezas a tener esos momentos de reflexión:

¨¡Yo no me había imaginado que esto fuera así!¨

Y no sabes muy bien qué hacer porque siempre seguiste la secuencia de pasos que estaban establecidos, el camino que hay que recorrer. Y ahora que estas trabajando el camino es seguir haciéndolo hasta que cumplas 67.

Piensas, ¡no me gusta esto! y todos te responden, ¨a nadie le gusta trabajar, además podría ser peor¨…

No te dejes arrastrar por los que se acomodan, se acostumbran y se rigen por el  <más vale malo conocido que bueno por conocer> si quieres otra vida laboral puedes conseguirla.

Si eres de los que piensas que ¡Podría ser mejor!

Sé que no estoy sola ante está desmotivación del mundo laboral corporativo (en concreto con la falta de flexibilidad y libertad) y quiero que si tú estás a disgusto y con ganas de aportar puedas hacerlo.

Que no te dejes vencer por tus miedos y te animes a cambiar dedicándote a lo que te gusta y con las condiciones que te van bien: por ti, por los tuyos y por todos los que vienen.

Ahora que ya estamos un poco encaminados en el tema, que sabemos que no estamos a gusto y que necesitamos un cambio, llega el momento de ponerse manos a la obra y encontrar soluciones.

Cuando yo me puse manos a la obra en todas partes leía a mentores y especialistas decir que tienes que encontrar lo que te guste, te apasione y que vaya acorde a tu personalidad.

No se a ti cómo te va pero a mi los test de personalidad no me ayudan en nada, porque me sale que puedo hacer de todo, y tampoco me viene muy bien establecer todo lo que me gusta porque va cambiando.

Cosas y temas que a uno le gusten pueden ser infinitos, muchas cosas y van cambiando, pero lo que de verdad me resulta muy fácil es establecer lo que no me gusta. Además lo que no me gusta no cambia con el tiempo, si no me gusta ahora no me va a gustar después. Menos con la mayonesa, que eso no me gustaba y vamos si me gusta ahora.

Lo que no quiero

Para encontrar soluciones primero tienes que saber cuál es el problema asi que me senté con una hoja en blanco y un boli. Tenía que ir anotando todo lo que no me gustaba del mundo laboral que estaba viviendo, pasando por todas las partes: el tipo de trabajo, la empresa y el ambiente.

Tardé mucho en escribir la primera pero después fue un no parar. De forma resumida llegue a lo siguiente:

  • No me gusta el horario fijo obligatorio ni el socialmente impuesto.
  • No me gustan el trato diferencial entre las jerarquías: el juego de ego y mucho menos de estatus.
  • No me gusta la política de 22 días de vacaciones y cogerlas cuando le venga bien a la empresa.
  • No me gusta que cambien las condiciones contractuales porque ¨es asi ¨cuando la empresa hace cambios y que toque ¨negociar y un ya veremos¨… cuando yo quiera cambios.
  • No me gusta que se valore más al que calienta la silla más tiempo y no la productividad y el valor añadido.
  • No me gusta el ambiente tóxico de competición entre compañeros…y mucho menos la competición de calentar silla….
  • No me gustan las políticas de vestimenta, las escritas y las no escritas. Que yo sepa vestir de una forma u otra no hace que tu trabajo sea mejor o peor. Vístete como quieras mientras estes limpito y huelas bien.
  • No me gusta la poca flexibilidad ante proyectos nuevos, innovación e implementar cambios.
  • No me gusta ese afán por estar ocupados. Quien mucho abarca poco aprieta, mientras más ocupado estes menos productivo eres.
  • No me gusta que mi carrera profesional dependa del jefe de turno.
  • No me gusta que se haga todo desde una perspectiva económica y reputacional en vez de velar por la creación de valor, de sostenibilidad y de impacto positivo.
  • No me gustan las cláusulas de exclusividad.
  • No me gustan las oficinas en las que no se pueden abrir ventanas y todos están en su propio despacho con puertas cerradas. Ya por no mencionar los aires acondicionados…

A todas estas yo soy especialista en Responsabilidad Social Corporativa y en implementar sistemas de gestión sostenibles (económica, social y medioambientalmente). Básicamente y poniéndolo en términos simples soy analista y consultora.

Sentía que tenía mucho que aportar y durante años en el mundo corporativo siempre me sentí fuera de lugar. Ahogada en métodos tradicionales que sabía que eran obsoletos y que no iban a generar valor para nadie más que a unos pocos. Ahora se va oyendo un poco más sobre los sistemas de gestión sostenibles y sobre empresas que buscan ser más sostenibles con sus productos y servicios pero hay mucho green marketing detrás. Y yo decidí que no quería formar parte de eso, por ética profesional y porque tenía que haber formas de dedicarme a lo mío y de impulsar un cambio.

Lo que quiero

Con esto en mente establecí lo que quería del mundo laboral:

  1. Flexibilidad y Control:
  • de mi tiempo: decidir yo cuando trabajo, cuando estoy de vacaciones y desde donde trabajo.
  • de mi trabajo: decidir yo con quien trabajo y para que trabajo: escoger clientes, equipos, proyectos y ambiente.
  1. Compensación justa:
  • que me paguen por horas invertidas.
  • que me paguen por valor añadido que haya generado.
  • que me paguen por resultados.

Ahora que tenía mi fórmula sobre lo que para mi iba a funcionar tenía que encontrar una solución que tuviese todos esos factores. Asi que me puse manos a la obra a investigar que había disponible.

En resumidas cuentas encontré tres opciones que podrían encajar con todos esos puntos:

  1. Emprender por mi cuenta creando un negocio propio.
  2. Trabajar para una empresa que ofreciera las condiciones que busco.
  3. Trabajar como freelancer.

Para el punto 1, no tenía una idea clara de que era lo que quería montar, para el punto 2 no encontré ninguna que cumpliera todos los requisitos, asi que me decidí a investigar un poco mejor el punto 3.

Ser freelancer, ofrecer mis servicios a empresas y que me contrataran en regimen de consultoría o analista con todos mis requisitos.

Tenia varias opciones para intentar esta nueva vía que iba supuestamente a cumplir mis sueños.

  1. Dejar el trabajo y dedicarme a tiempo completo a establecer mi nueva via profesional.
  2. Pedir una excedencia y dedicarme a tiempo completo a establecer mi nueva via profesional.
  3. Seguir en el trabajo y dedicar el tiempo libre a establecer mi nueva via profesional.

Me decidí por la tercera opción por varias razones:

  1. Sin dejar el trabajo me daba menos miedo.
  2. Conseguiría mantener mi estabilidad económica mientras trabajaba en mi idea de ser freelancer.
  3. Podría mantener mi trabajo y vía de ingresos ante el posible fracaso de mi carrera de freelance.

Manos a la obra, ahora te toca a ti

Te animo a que te sientes y escribas todo lo que no te gusta de tu situación actual. Sólo así podrás empezar a buscar soluciones que vayan acorde a tus prioridades y preferencias.

Recuerda:

  1. Anota todo lo que no te gusta.
  2. Consolida lo que no te gusta en atributos y características que tiene que tener tu nuevo trabajo.
  3. Busca opciones que encajen con lo que has escrito en el paso anterior.

Si quieres una ayudita pásate por la sección de Formaciones y en concreto a la parte de Encuentra tu propósito y lo haremos juntos en un par de semanas.

Lo que viene…

En el próximo post te explicaré paso a paso como estuve un año y medio compaginando el trabajo que detestaba y probando en el mundo freelance. Fue difícil, no tuve tiempo libre para nada, trabajaba mucho y estaba cansada….pero después del esfuerzo, recibí la mejor recompensa, ¡gané la lotería- pude dejar el trabajo corporativo y dedicarme a lo que me gusta!

Mientras preparo la Parte 3 te animo a que leas Nuestra Vuelta al Mundo. Lo estamos pasando muy bien y verás que somos personas normales, simplemente con otras prioridades.

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