Nuestra Vuelta al Mundo: Semana 2 – ¡Empieza el Transmongoliano!

Hemos completado la segunda semana, en estos días la sensación nunca ha sido de estar de vacaciones es algo diferente. Lo estamos disfrutando mucho, sin prisas, día a día, sumando las pequeñas cosas….olvidándonos un poco de en qué día vivimos y de las horas.

En esta segunda semana empezamos oficialmente la ruta del Transmongoliano, que va de Moscú a Pekín pasando por Mongolia y su capital Ulanbaatar. Con una distancia de 7621Km, el Transmongoliano tarda 7 días si no nos bajáramos del tren nunca. Sigue el mismo recorrido que el Transiberiano entre Moscú y Ulan Ude, para luego atravesar las siguientes poblaciones en su camino hacia Mongolia y China.

En nuestro caso vamos a ir haciendo paradas en aquellos pueblos y ciudades que pensamos que nos gustaría ver y por tanto nuestra ruta del Transmongoliano durará aproximadamente un mes.

En esta semana 2 del viaje hemos pasado por: Moscú, Suzdal, Vladimir, Nizhny Novgorod y estamos en este preciso momento en Kazan.

Moscú:

Oficialmente la ruta sale desde Moscú y por eso nos hemos quedado unos 4 días en la capital rusa. Nos ha encantado: avenidas grandes, parques gigantes, mucho ambiente, muy limpio y muy organizado todo. El único pero, sin que sea un pero del todo ya que lo que hemos querido lo hemos conseguido, es que no hablan casi inglés. En esos cuatro días sólo unas 3-4 personas nos hablaron en inglés, así que hemos tirado de señalar y hacer signos.

En general los turistas que vimos por la calle iban en viajes organizados (avalanchas de asiáticos armados con sus cámaras) y en todos los hostales/hoteles dónde nos quedamos sólo se hospedaban rusos.

En Moscú a parte de disfrutar de la ciudad y conocer un poco más la cultura rusa, quedamos con Julia, una amiga rusa que conocimos un verano en Portugal. Nos encantó verla, nos llevó a cenar a un sitio típico ruso, nos ahorró las señales con la camarera y nos brindó el poder hablar con alguien que no fuera el uno con el otro.

15 días sin hablar con nadie más que el uno con el otro ha sido algo que nunca habíamos pasado. Sin duda hemos hablado de muchas cosas que han ido saliendo por lo que estamos visitando como: la segunda guerra mundial, los husos horarios y las diferencias culturales….. y entre todo esto nos hemos sorprendido encontrando soluciones para el problema de la sobre-población. Cada uno se siente más cómodo hablando su propia lengua y el trato es que hacemos unas veces portugués y otras español. Pero reconozco que siempre acabamos hablando en español porque cuando me habla en portugués le respondo en español o cambio de tema y así sin que se de mucha cuenta…. spanish is back!

Unas fotos de Moscú y ya te explico lo que hemos descubierto sobre sonreir….

Resulta que allá a dónde íbamos nadie nos sonreía, ni el recepcionista del hostal, ni la chica del super ni los camareros… es más no sólo no sonreían sino que no eran muy simpáticos. A mi me sale la sonrisa rápida, de hecho estoy tan contenta que voy por la calle con ella puesta y enralada. A Ze no tanto, no que no esté contento es que no es muy de sonreir, vamos que no desentona mucho pero aún así los dos nos dimos cuenta que una de dos, o no eramos bienvenidos, o pasaba algo…

Indagando un poco resulta que de forma general los rusos sólo sonríen a sus amigos y allegados. Sonreir a extraños es raro porque no los conoces y por tanto, pareces un tonto. Al terminar de leer la descripción Ze se moría de la risa y me dijo bueno ya sabes lo que piensa toda Russia de ti que vas por la calle con la sonrisa puesta y toda contenta. Nos quedan dos semanas de Russia menos mal que nos hemos ido encontrando con algunas excepciones y me han devuelto la sonrisa algunas veces.

Suzdal:

La primera parada en el Transmongoliano fue en Suzdal, un pueblo pequeño a las afueras de Moscú. Cogimos el metro, un tren a Vladimir y un bus para llegar hasta Suzdal. Comprando el ticket del bus (todo por signos claro) la chica no paraba de levantar el índice y mover la mano de arriba a bajo y después sacaba todos los dedos y hacia el gesto del número 10. Nosotros pensando, será el piso de arriba y la vía 10, será que sale en 10 minutos, o que se retrasó 10 minutos……

Supimos lo que quería decirnos nada más entrar al bus: íbamos a ir de pie y que salió del anden 10.

Vladimir:

Salimos de Suzdal y pasamos el día y la noche en Vladmir. A pesar de ser mayor que Suzdal, en Vladimir tampoco había mucha gente pero nos llevamos dos sorpresas.

1. La recepcionista del hostal era súper simpática y hablaba un inglés perfecto.
2. En la cocina conocimos a Faisal un chico muy simpático que estaba en Russia para aprender el Ruso y que estaba encantado de poder hablar inglés con nosotros. ¡Nosotros encantados de romper nuestra comunicación bilateral y que fuese trilateral!

Nizhny Novgorod:

Cogimos el tren hacia Nizhny Novgorod por la mañana tempranito y pasamos el día paseando por sus calles y disfrutando de las vistas al río. De lo que no disfruté tanto fue de bajar y subir los 435 escalones, pero después fui recompensada con tarta de zanahoria y se me pasó. Sólo nos quedamos un día allí y cogimos el tren nocturno hasta Kazan a las 21.30. ¡Tren que por 25 euros te transporta unos 300 y tal km, con cama, sábanas, tele, baño y cena incluida! Los compartimentos son de 4 personas, tuvimos la suerte de ir sólo los dos 🙂

Kazan

Kazan ya es una ciudad más grande y el Kremlin es espectacular. Se nota mucho más ambiente en la calle, más comercios y mucha más gente jóven.

Mañana estaremos todo el día en Kazan y por la noche ¡otro tren nocturno hasta Ekaterinburg, unos 800 km casi nada!

 

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Semanalmente en este Blog: iremos explicando lo que hemos hecho esa semana. Dónde hemos estado, que hemos visto, cuantos días y cuánto nos hemos gastado.